La reciente adopción del Plan Económico de 10 años por la Unión Africana (UA) marca un hito en la transformación del continente, donde la Economía Social y Solidaria (ESS) ocupa un lugar central. Este plan, que abarca de 2023 a 2032, tiene como objetivo promover un desarrollo inclusivo y sostenible, abordando desafíos clave como la creación de empleos dignos, el combate a la pobreza y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este contexto, la ESS se presenta como una herramienta indispensable para impulsar modelos económicos más justos, centrados en la solidaridad y el respeto a los derechos humanos.
El plan estratégico de 10 años sobre la Economía Social y Solidaria (ESS) de la Unión Africana ha sido adoptado en agosto de 2024. Este plan busca fortalecer el papel de la ESS en África, promoviendo un modelo económico centrado en las personas, orientado a la justicia social y al trabajo decente, alineado con la Agenda 2063 de la Unión Africana. Su objetivo principal es aumentar la visibilidad y el reconocimiento de la ESS en el continente, contribuyendo al desarrollo sostenible, los derechos humanos y la reducción de la pobreza. Como antesala a la adopción de este plan decenal, se realizaba la Quinta Sesión Ordinaria del Comité Técnico Especializado en Desarrollo Social, Trabajo y Empleo (STC-SDLE-5) bajo el tema: «Agenda Social 2063: Promoción de los Ecosistemas de Economía Social y Solidaria (ESS)».
El plan cuenta con el respaldo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ha sido clave en su desarrollo e implementación. También está inspirado en hitos recientes a nivel global como la Resolución de la Asamblea General de la ONU en 2023 sobre la ESS y el Plan de Acción de la Economía Social de la Comisión Europea de 2021. África es el segundo bloque regional, después de Europa, en adoptar un plan estratégico de ESS de esta envergadura.
El continente más joven del mundo, con una media de edad de alrededor de 19 años, enfrenta el desafío de aprovechar su rápido crecimiento poblacional. Para 2050, se espera que más de la mitad de la población africana tenga menos de 25 años, lo que plantea una demanda urgente de empleos y servicios esenciales como la educación, la salud y la protección social. Es aquí donde la ESS entra en juego, ofreciendo alternativas económicas que no solo generan empleo, sino que también refuerzan los servicios comunitarios y mejoran la calidad de vida en las zonas más vulnerables.
En este esfuerzo, la Red Africana de Economía Social y Solidaria (RAESS) desempeña un papel crucial. RAESS ha sido una plataforma clave para conectar a los actores de la ESS en todo el continente, facilitando el intercambio de conocimientos y recursos entre sus miembros, y participando activamente en la formulación de políticas a nivel continental. Su implicación en el plan de la UA subraya su liderazgo en el fortalecimiento de un modelo económico alternativo y equitativo, que pone en el centro a las personas y el medio ambiente.
La importancia de esta estrategia trasciende las fronteras de África. Al apostar por la ESS, el continente no solo busca mejorar las condiciones de vida de su creciente población joven, sino también servir de inspiración global para un cambio sistémico hacia economías más inclusivas, solidarias, ecológicas y sostenibles.