CUMBRE DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ADOPCIÓN DE LA AGENDA DE DESARROLLO POST-2015
26 de septiembre de 2015, Nueva York
Notas de la presentación, dialogo interactivo «Promover el crecimiento económico sostenible, la transformación y la promoción del consumo y de la producción sostenibles.»
Madani Koumare, Economista, Presidente de la Red Nacional de Apoyo a la Promoción de la Economía Social y Solidaria (RENAPESS-Malí), Miembro de la Red Africana de Economía Social y Solidaria (RAESS), Miembro de la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria (RIPESS)
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Los gobiernos, agencias de cooperación internacional, organizaciones no gubernamentales y asociaciones de solidaridad internacional dedicaron casi cuatro décadas a desarrollar e implementar, en los países menos desarrollados, planes estratégicos contra la pobreza o para la reducción pobreza. Las soluciones prefabricadas que se propusieron no fueron concluyentes, y la «factura social» es muy superior a los impactos de desarrollo esperados.
Creemos, como organización que promueve la economía social y solidaria, que es hora de cambiar el paradigma, y que debemos ahora dirigir los esfuerzos hacia la creación de ingresos decentes para las poblaciones más vulnerables. Nuestro trabajo consiste en generar, y acompañar, iniciativas que crean para las personas vulnerables, que no son personas incapaces, oportunidades prometedoras para afirmar su talento de emprendedores sociales.
Las crisis económicas y financieras mostraron los límites del sistema dominante, asimismo, proporcionaron para las organizaciones de la economía social y solidaria oportunidades de promover alternativas y demostrar que existe otra manera de abordar las relaciones y prácticas económicas internacionales, articulando armoniosamente rigor económico y desarrollo humano.
En cuanto a la tendencia de crecimiento económico visible en África desde hace más de cinco (5) años, cabe decir que no se ha reflejado en todas partes en una mejora de los indicadores socioeconómicos.
La pobreza y la desigualdad en el acceso a los servicios sociales básicos y a oportunidades económicas persisten, especialmente para los jóvenes, las mujeres, las personas mayores y las personas con discapacidades.
Es en este contexto que desde el año 2003, RENAPESS-Malí trabaja para catalizar actividades de producción y de procesamiento de alto valor agregado, basadas en el uso de técnicas y tecnologías accesibles para los pequeños agricultores, pescadores y artesanos. Hemos demostrado que ésta es una vía efectiva para mejorar el acceso a la salud, educación, alimentación, vivienda y empleos decentes para los miles de jóvenes y mujeres que, por razones de inseguridad económica y conflictos, por lo general resultantes de déficits de gobernanza política y económica, se vieron obligados a exiliarse y a migrar a destinos donde, cuando se logra efectivamente cruzar los desiertos y océanos por sus medios improvisados, se desilusionan muy rápidamente.
Con el objetivo de cumplir con los Objetivos de desarrollo para 2030, los Estados miembros que se comprometen con la agenda del desarrollo sostenible deben elaborar e implementar, a nivel local, políticas y acciones sociales concretas para fomentar:
- la investigación aplicada sobre tecnologías adaptadas a las capacidades de los pequeños usuarios;
- las iniciativas y conocimientos prácticos para proyectos innovadores en las áreas de recursos naturales renovables, la agricultura (seguridad y soberanía alimentaria), la artesanía y la minería, para éstas se desarrollen como fuentes de crecimiento económico que preserven el equilibrio de los ecosistemas.
Es así que en la actualidad, RENAPESS permitió la inserción, a partir de mecanismos de acceso a la financiación solidarios y de un apoyo técnico adaptado para cada iniciativa, de casi mil mujeres que se desempeñan en iniciativas económicas y sociales en sectores tan variados como la valoración de productos alimentarios locales, la educación preescolar, la avicultura, la ganadería o la fábrica de productos cosméticos… Eso es, sólo en el año 2015.
Aprovechando una creciente toma de conciencia colectiva sobre los retos del desarrollo sostenible, tenemos que hacer del derecho al desarrollo un imperativo capaz de impulsar un nuevo orden en la cooperación y solidaridad internacional, fundamentado en el diálogo entre las partes interesadas y en el co-desarrollo de líneas de acción estructurantes para guiar las acciones concretas sobre el terreno.
En esta cumbre histórica, hacemos un llamado para la creación de una verdadera alianza mundial de organizaciones sociales, no gubernamentales, instituciones de cooperación internacional para promover nuevas oportunidades de crecimiento sostenible e inclusivo (creación de empleos e ingresos, infraestructura social colectiva…)
La agenda post-2015 debe incluir estrategias operativas de gobernanza mundial y local, dedicadas a ayudar a los países pobres a desarrollar capacidades autónomas para explotar de forma más responsable sus recursos naturales y asignarlos a programas de desarrollo económico, social y cultural que respeten el medio ambiente.
La dinámica iniciada en algunos países africanos y en mi país, Malí, en particular, para la co-construcción de políticas públicas por parte del gobierno y de organizaciones de la sociedad civil como RENAPESS, favorece la promoción e intercambios sobre las mejores prácticas, las discusiones internacionales y la puesta en común de conocimientos con varias redes, tales como la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria (RIPESS), con un enfoque de visión compartida.
Asimismo, alentamos a un mayor número de Estados miembros a participar en el Grupo Piloto Internacional sobre la Economía Social Solidaria y a apoyar al Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Economía Social Solidaria.
Para concluir, unas preguntas:
- ¿Cómo construir nuevas relaciones de cooperación internacional más equitativas?
- ¿Podemos creer que ha llegado el momento de actuar, con estar todos de acuerdo con Saint Exupéry, cuando dijo que “No heredamos la Tierra de nuestros antepasados; la tomamos prestada de nuestros hijos”?
Tenemos que trabajar sin descanso… ¡para reparar la responsabilidad histórica, para la obligación moral y nuestro deber como ciudadanos de preservar las dimensiones ambientales, económicas y sociales del desarrollo para las generaciones futuras!